El discurso del Rey la noche de Nochebuena es prácticamente el único acto de contenido político que realiza el Jefe del Estado a lo largo del año. El resto de su agenda son actos protocolarios, recepciones, visitas, comidas, fiestas… 365 días esperando a escuchar sus palabras, enorme expectación y, como cada año, llega la decepción. Un discurso insulso, cargado de vaguedades y pleno de lugares comunes.
Varios medios de comunicación se están haciendo eco de la concentración convocada por la coalición ADÑ con motivo de la profanación del Valle de los Caídos y por la derogación de la "Ley de Memoria Histórica".